El Yoga de la gallina

gallina sirsasana relajandose en la playaEn esta vida moderna y civilizada, llena de información, las gallinas viven en granjas.

Las gallinas que viven en las granjas, en su pequeña celda donde apenas tienen espacio para darse la vuelta y poco más, no ven la luz natural del sol porque su función es producir huevos hasta el final.

Las gallinas como todo animal tiene sus hormonas, sus ciclos y sus ritmos, de forma que diariamente pone uno, dos o quizás tres huevos. Pero en la granja las luces se encienden durante cuatro o cinco horas y “el día pasa muy rápido”, luego las luces se apagaran y las gallinas entenderán que es de noche, e intentaran dormir. Pero esto durará unas pocas horas, y las luces volverán a encenderse. Y la gallina pondrá así más huevos, pues cada día son para ella dos o tres días. No es de extrañar que la gallina esté un poco estresada, que tenga la sensación que el tiempo pasa volando, y a veces no pueda ni conciliar el sueño.

Pero el granjero lo tiene todo bien medido para que la gallina aguante hasta el final, el agua que diariamente toma la gallina lleva antibióticos, de forma que sana o enferma continúe produciendo a diario. Eso sí, las gallinas están muy alimentadas, el pienso artificial que come lleva de todo “lo que pueda necesitar la gallina”: cereales, vegetales, proteína de soja, algodón, dátiles, cáscaras de huevo, caparazones de marisco, restos de pescado, trozos de carne... pero es natural, las gallinas desde antiguo han sido aves carnívoras. ¿Que no? Si no fuera así no haría falta que el granjero les cortara el pico para que no se picaran entre si y evitar el canibalismo.

Al final la gallina sale de la granja, por una vez ve el sol, y horas después muere.

No soy experto en gallinas, pero desafortunadamente esto no es un cuento. Tan irreal y crudo como la vida misma. Por poco que te esfuerces te darás cuenta que este post no habla solo de las gallinas. Afortunadamente aun quedan gallinas salvajes, a las que nadie les ha cortado nunca las alas y pueden volar.

Ah, buen provecho.