Equilibrio corporal.
Dando un paseo por las calles de la ciudad podremos observar que las distintas personas con que nos cruzamos, andan y tienen cuerpos completamente distintos, en muchos casos observaremos que parecen ir vencidos por la fuerza de la gravedad, en otros una excesiva rigidez en sus movimientos y gestos. Sus estructuras corporales estan desequilibradas o desalineadas, debido a hábitos posturales o estados anímicos reiterados.
Es por ejemplo característico las curvaturas exageradas de la región lumbar en mujeres que llevan largos tacones, o los hombros y pecho cerrados en personas depresivas. Cuando este desequilibrio tiene un origen muscular se debe a una falta de longitud, que impide la correcta movilidad, o una falta de tono muscular para sostener la postura.
Yoga ayuda a reestablecer el equilibrio corporal.
Hatha Yoga, a través de los estiramientos, karanas y asanas trabaja la estructura corporal, fortaleciendo los grupos musculares menos trabajados, y flexibiliza las regiones donde hay rigidez muscular o articular. Los ejercicios simétricos y las series de asanas combinando postura y contrapostura consiguen un trabajo integral de todos los músculos del cuerpo, en especial la columna y la espalda. Hay quien dice que con el yoga se crece fisicamente, y es cierto: la columna se elonga a través de los estiramientos y recupera su longitud normal al minimizar las curvaturas exageradas.
Hay estilos de hatha yoga, que intentando corregir ciertos hábitos posturales, tienen tendencia a estructurar el cuerpo en la dirección contraria, por ejemplo colocando la pelvis en retroversión. Esto es positivo en cuanto hace al practicante darse cuenta de otros movimientos o posiciones que no contemplaba, pero ello no debería llegar a ser obsesión si no queremos caer en nuevos patrones posturales.
Liberar la movilidad y fortalecer el cuerpo permiten un mayor equilibrio postural, pero también el conocer nuevas formas de moverse y aprender a escuchar el cuerpo. Una vez puesto en forma el cuerpo adopatará una postura más erguida, estable y comoda, también un movimiento más natural y armonioso. Pero el cuerpo físico tiene un grado de asimetria y también es un ser vivo, algo dinámico e inteligente que no puede ceñirse a un patrón externo fijo. El cuerpo ha restablecido su propio equilibrio particular. Yoga Integral trabaja emoción, pensamiento y sentimiento, si nuestra práctica ha sido integral podremos observar que estos cambios externos se corresponden también con una mayor seguridad y una mejora de nuestro carácter.
Dando un paseo por las calles de la ciudad podremos observar que las distintas personas con que nos cruzamos, andan y tienen cuerpos completamente distintos, en muchos casos observaremos que parecen ir vencidos por la fuerza de la gravedad, en otros una excesiva rigidez en sus movimientos y gestos. Sus estructuras corporales estan desequilibradas o desalineadas, debido a hábitos posturales o estados anímicos reiterados.
Es por ejemplo característico las curvaturas exageradas de la región lumbar en mujeres que llevan largos tacones, o los hombros y pecho cerrados en personas depresivas. Cuando este desequilibrio tiene un origen muscular se debe a una falta de longitud, que impide la correcta movilidad, o una falta de tono muscular para sostener la postura.
Yoga ayuda a reestablecer el equilibrio corporal.
Hatha Yoga, a través de los estiramientos, karanas y asanas trabaja la estructura corporal, fortaleciendo los grupos musculares menos trabajados, y flexibiliza las regiones donde hay rigidez muscular o articular. Los ejercicios simétricos y las series de asanas combinando postura y contrapostura consiguen un trabajo integral de todos los músculos del cuerpo, en especial la columna y la espalda. Hay quien dice que con el yoga se crece fisicamente, y es cierto: la columna se elonga a través de los estiramientos y recupera su longitud normal al minimizar las curvaturas exageradas.
Hay estilos de hatha yoga, que intentando corregir ciertos hábitos posturales, tienen tendencia a estructurar el cuerpo en la dirección contraria, por ejemplo colocando la pelvis en retroversión. Esto es positivo en cuanto hace al practicante darse cuenta de otros movimientos o posiciones que no contemplaba, pero ello no debería llegar a ser obsesión si no queremos caer en nuevos patrones posturales.
Liberar la movilidad y fortalecer el cuerpo permiten un mayor equilibrio postural, pero también el conocer nuevas formas de moverse y aprender a escuchar el cuerpo. Una vez puesto en forma el cuerpo adopatará una postura más erguida, estable y comoda, también un movimiento más natural y armonioso. Pero el cuerpo físico tiene un grado de asimetria y también es un ser vivo, algo dinámico e inteligente que no puede ceñirse a un patrón externo fijo. El cuerpo ha restablecido su propio equilibrio particular. Yoga Integral trabaja emoción, pensamiento y sentimiento, si nuestra práctica ha sido integral podremos observar que estos cambios externos se corresponden también con una mayor seguridad y una mejora de nuestro carácter.