Yoga físico, o hatha yoga trabaja el cuerpo y el sistema nervioso. Raja yoga, yoga mental o meditación, trasciende el cuerpo y el sistema nervioso. Yoga y meditación desarrollan la consciencia y la atención o claridad mental. Dos enfoques distintos complementarios y muy positivos para la salud física y mental.
Yoga es una ciencia integral, no un tipo de gimnasia o deporte más, aun en su nivel físico se trata de un arte muy completo que trabaja en todas las direcciones y sobre todas las funciones del cuerpo. Por ello las asanas de yoga, los estiramientos y ejercicios de hatha yoga, no tienen beneficios solo sobre los músculos que estiran y tonifican, sino también sobre el corazón, las vísceras intestinales, la respiración, las glándulas y el sistema nervioso.
Los efectos sobre el sistema nervioso son también integrales, pues el hatha yoga repercute antes que nada sobre los plexos nerviosos y la médula espinal, equilibrando el sistema nervioso autónomo (inconsciente). No deja por ello de potenciar las facultades del cerebro y los sentidos, en especial a través de las asanas invertidas del hatha yoga, y la meditación trascendental. Durante las asanas invertidas llega mucha más sangre al cerebro, con lo que se nutre mejor el cerebro, el cuero cabelludo, el rostro y los órganos de los sentidos.
El cerebro es una entidad viva, en la que sus neuronas constantemente se generan nuevas conexiones, y emiten ondas de distintos tipos (gamma, alfa, beta theta ) según su actividad. La pérdida de memoria y facultades mentales, va a asociado entre otros a una vida monótona, aburrida y sin exigencia de ningún tipo. El movimiento, los ejercicios bilaterales, la exigencia de concentración, la visualización creativa, los mantras y la atención consciente hacen que se pongan en funcionamiento las distintas regiones del cerebro y se mantengan sanas.
Hatha yoga y raja yoga se suman para formar un yoga integral, unidos apuntan al ideal humano, una mente sana en un cuerpo sano, un hombre completo.
Yoga es una ciencia integral, no un tipo de gimnasia o deporte más, aun en su nivel físico se trata de un arte muy completo que trabaja en todas las direcciones y sobre todas las funciones del cuerpo. Por ello las asanas de yoga, los estiramientos y ejercicios de hatha yoga, no tienen beneficios solo sobre los músculos que estiran y tonifican, sino también sobre el corazón, las vísceras intestinales, la respiración, las glándulas y el sistema nervioso.
Los efectos sobre el sistema nervioso son también integrales, pues el hatha yoga repercute antes que nada sobre los plexos nerviosos y la médula espinal, equilibrando el sistema nervioso autónomo (inconsciente). No deja por ello de potenciar las facultades del cerebro y los sentidos, en especial a través de las asanas invertidas del hatha yoga, y la meditación trascendental. Durante las asanas invertidas llega mucha más sangre al cerebro, con lo que se nutre mejor el cerebro, el cuero cabelludo, el rostro y los órganos de los sentidos.
El cerebro es una entidad viva, en la que sus neuronas constantemente se generan nuevas conexiones, y emiten ondas de distintos tipos (gamma, alfa, beta theta ) según su actividad. La pérdida de memoria y facultades mentales, va a asociado entre otros a una vida monótona, aburrida y sin exigencia de ningún tipo. El movimiento, los ejercicios bilaterales, la exigencia de concentración, la visualización creativa, los mantras y la atención consciente hacen que se pongan en funcionamiento las distintas regiones del cerebro y se mantengan sanas.
Hatha yoga y raja yoga se suman para formar un yoga integral, unidos apuntan al ideal humano, una mente sana en un cuerpo sano, un hombre completo.