
Las posturas que se realizan no son dificiles y requieren tan solo unos minutos por las mañanas o tardes para ser realizados. La respiración sigue el mismo ritmo y se acompasa junto al movimiento vertebral. Si en principio no pueden realizarse todas las repeticiones o nuestro ritmo no es vigoroso hay que perseverar y realizarlos con firmeza. Para ello es bueno haber visto alguna persona atletica y fuerte realizarlos con un ritmo rápido para que llevando esa idea en mente nos esforcemos hasta llegar a establecer un buen tono muscular y una vibración adecuada en el cuerpo energético.
Estos ritos eran realizados por los monjes tibetanos en las lamaserias como parte integral de su sistema para estar siempre jovenes y listos para marchar. Una una ducha templada por la mañana y seguido la sesión de tibetanos te podrán las pilas y podrás prescindir de todo estimulantes externos como el café. Los ritos tibetanos son mucho más breves que una sesión de hatha yoga, realizados con determinación mantienen el equilibrio muscular, hormonal y energético, equilibrando los chakras. La clave al igual que el resto de ejercicios es unir esta determinación con la perseverancia hasta conseguir que se establezcan nuevos hábitos y nuevas energías.