El agua en la alimentación natural es uno de los elementos indispensables, sobretodo durante las estaciones secas o calurosas. Tanto animales como vegetales necesitamos un constante aporte de agua para vivir, mucho más que el alimento sólido del cual se puede prescindir durante días sin dificultad ninguna. El cuerpo humano esta formado en un alto porcentaje por agua, esta cantidad es particular para cada persona, pero en todos los casos ha de mantenerse un equilibrio. Unos ideas sencillas nos ayudan a mantener un equilibrio en la ingesta de agua.
- Los alimentos naturales contienen agua: Frutas, verduras, lácteos y en general todos los alimentos naturales al estar vivos contienen un porcentaje alto de agua. Con esta proporción de agua la digestión es óptima y no es necesario beber durante las comidas. Los cereales, legumbres, semillas pueden hidratarse al humedecerlos y dejar que germinen o bien cocinandolas hervidas en agua (arroz).
- Añadir sal a los alimentos, supone un desequilibrio: La mayor parte de alimentos cocinados y/o procesados son muy secos o muy salados. Cuando los alimentos son secos (como el pan) es normal beber agua durante las comidas, aunque de no hacerlo la digestión se realizará igualmente (el cuerpo aportará el agua). Cuando en la alimentaicón existe un exceso de sodio (o salsas) es cuando se produce una sed excesiva, se bebe en exceso en las comidas y se induce el desequilibrio.
- El agua de los alimentos no es suficiente: A parte del agua que proporcionan los alimentos es necesario beber agua mineral fuera de las comidas. También tiene el agua la función de limpiar la boca, garganta y los tubos intestinales al ser tomada al final de las comidas, o en ayunas.
- Beber tanto como se suda: Para mantener el equilibrio hídrico las entradas y salidas de agua en el cuerpo humano han de estar equilibradas, por esto en periodos de mayor sudoración (perdidas de agua), la sensación de sed es mayor. En verano, en el ejercicio intenso, y en general cuando la sudoración es mayor, hay que aportar una mayor cantidad de agua fuera o dentro de las comidas. Durante prácticas intensivas de yoga, es necesario un mayor aporte de agua para equilibrar el fuego liberado con la práctica de pranayama y bandhas.
- Los alimentos naturales contienen agua: Frutas, verduras, lácteos y en general todos los alimentos naturales al estar vivos contienen un porcentaje alto de agua. Con esta proporción de agua la digestión es óptima y no es necesario beber durante las comidas. Los cereales, legumbres, semillas pueden hidratarse al humedecerlos y dejar que germinen o bien cocinandolas hervidas en agua (arroz).
- Añadir sal a los alimentos, supone un desequilibrio: La mayor parte de alimentos cocinados y/o procesados son muy secos o muy salados. Cuando los alimentos son secos (como el pan) es normal beber agua durante las comidas, aunque de no hacerlo la digestión se realizará igualmente (el cuerpo aportará el agua). Cuando en la alimentaicón existe un exceso de sodio (o salsas) es cuando se produce una sed excesiva, se bebe en exceso en las comidas y se induce el desequilibrio.
- El agua de los alimentos no es suficiente: A parte del agua que proporcionan los alimentos es necesario beber agua mineral fuera de las comidas. También tiene el agua la función de limpiar la boca, garganta y los tubos intestinales al ser tomada al final de las comidas, o en ayunas.
- Beber tanto como se suda: Para mantener el equilibrio hídrico las entradas y salidas de agua en el cuerpo humano han de estar equilibradas, por esto en periodos de mayor sudoración (perdidas de agua), la sensación de sed es mayor. En verano, en el ejercicio intenso, y en general cuando la sudoración es mayor, hay que aportar una mayor cantidad de agua fuera o dentro de las comidas. Durante prácticas intensivas de yoga, es necesario un mayor aporte de agua para equilibrar el fuego liberado con la práctica de pranayama y bandhas.