La práctica de yoga durante el embarazo puede ser realizada en grupos exclusivos de embarazadas, o incluir la presencia de acompañantes, por lo general el padre del futuro bebe. Esto es muy frecuente cuando se realizan talleres de fin de semana, cuya función es que el matrimonio o pareja compartan un tiempo especial. El padre tiene la posibilidad de entender un poco más la experiencia del embarazo y los cambios que se producen en su mujer, y practicar al mismo tiempo yoga. Otras veces la persona acompañante es una hermana, o alguien con quien convive. Hay que recalcar que todos realizamos la misma clase de yoga: para el profesor, las embarazadas y los acompañantes los ejercicios son los mismos. ¿En que se diferencia de una clase regular? Un practicante de yoga asiduo verá que hay algunas de las asanas que no se realizan, y otras que han sido modificadas ligeramente. Además la practica individual se compagina con el trabajo en grupo, se potencia la colaboración con algunas asanas por parejas que permiten liberar las molestias de la espalda y ciática. Todos los participantes aprenderán la respiración yoga de preparación al parto, lo cual puede ser de ayuda para continuar las prácticas en casa, o como apoyo durante los momentos previos al alumbramiento. En todo caso el asistir a estas clases de yoga, es un asunto muy personal, que debe nacer de un genuino interés por ambas partes. Simplemente dejar la puerta abierta, para que el padre pruebe una clase sin compromiso y vencer la timidez.
